Espiritualidad para santificar los Tiempos Presentes

AUDIO LIBRO

(ARCHIVOS EDITADOS POR AÑO EXTRACTADO de 1973 a 1997)

EXTRACTOS DEL LIBRO DEL

MOVIMIENTO SACERDOTAL MARIANO

Iniciemos con los tres primeros Años: 1973, 1974, 1975… Oremos y meditemos…

Hemos adicionado tres Años más para tu crecimiento espiritual en torno a María Santísima y los Tiempos Nuevos: 1976, 1977, 1978… Oremos y meditemos…

Click Aquí para INGRESAR A LA PÁGINA

Seminario Fe y Convicción (Curso en Línea)

Somos necesitados de Dios

Diapositiva3 Hemos diseñado para ti cuatro guías de preparación para el seminario que estaremos facilitando en el mes de septiembre.

Podrás trabajar despacio estas  cuatro guías durante el mes de agosto. Una por semana si lo deseas es un buen ritmo; pero lo que más te convenga sin presionarte, disfrutándolo.

Estas guías estan diseñadas con el fin de ayudarte a crecer en tu conocimiento personal y como motivación para participar activamente en la actividad propiamente dicha; y aunque no te fuera posible participar es un buen ejercicio de interiorización y conocimiento personal.

Pídele a Dios que sea un Encuentro con ÉL y contigo mismo(a).

(Haz click aquí para ingresar a las guías)
(Haz click aquí para ingresar a la REFLEXIÓN INTRODUCTORIA DEL CURSO EN LINEA)

Fe y Convicción

Madre de la Fe Hermosa

Sabemos que la fe es un don gratuito que recibimos de Dios; como tal es una de las virtudes teologales que nos ponen en contacto con Dios por medio de la acción del Espíritu Santo.

Se requiere Fe para contemplar a Dios; para permitirle a Dios actuar en nuestras vidas. Este creer en Dios y confiar en Dios es lo que tantas veces Jesús nos pide en el Evangelio. Además, en estos tiempos de Misericordia Jesús nos llama a través del Diario de Santa Faustina a confiar en ÉL: “pinta una imagen así como me ves y firma Jesús, en ti confío.”

Observemos como nos pide no un decir de labios hacia fuera; sino más bien, un acto de voluntad libre, consciente, amoroso, real de confiar en ÉL.  Jesús nos está pidiendo un acto de voluntad genuino, auténtico de confiar en ÉL, de creer en ÉL, de creerle a ÉL; o sea,  no basta creer en Dios hay que creerle a Dios sus promesas, su mensaje, su Palabra.

Esto es lo que Jesús nos viene a pedir, lo que requiere de nosotros: VIDA DE FE. ¿No es esto lo que profesamos? creo en Dios…  ¿y de qué proporción o magnitud debe ser está fe que se requiere para permitirle a Dios ser Dios en nuestra vida? Jesús mismo nos lo dice: “si tuvieras fe como un granito de mostaza.”

Sí, es algo tan pequeño lo que Dios nos pide para poder ÉL actuar en nuestras vidas, para poder ÉL como verdadero Dios transformar nuestras vidas con Su Presencia como nos lo promete: “He venido a darles vida y vida en abundancia.”

Consideremos entonces cuál podría ser el error con respecto a nuestra fe; si Dios, como nos dice Santa Teresita de Lisieux, “lo puede todo, lo sabe todo y me ama.” ¿Por qué me cuesta creer en ÉL con acto vivo y cierto que trasforme mi vida por Su Poder, Amor y Acción? (HAZ CLICK AQUI PARA CONTINUAR LEYENDO EL ARTICULO COMPLETO )